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Cómo se usa un andamio

Comprar un andamio es muchas veces la mejor solución para poder realizar trabajos con seguridad. Los andamios son estructuras auxiliares que se colocan de manera provisional para facilitar la realización de trabajos en altura. De hecho, sus medidas pueden variar, llegando incluso a alcanzar los 25 metros.

Son muy variados los trabajos que se pueden realizar desde un andamio, desde labores de limpieza de fachadas o cristales a la construcción o reparación de edificios, etc. Esto los convierte en herramientas muy versátiles para los trabajos en altura. Pero ello implica que es preciso implantar unas medidas de protección específicas.

A la hora de usar los andamios deben mantenerse medidas de seguridad preventivas

Hoy en día, a la hora de comprar un andamio, lo normal es elegir los fabricados en aluminio o en fibra de vidrio. Se trata de andamios ligeros, fáciles de montar y resistentes, en el caso de los de fibra, además, son idóneos para los trabajos relacionados con la electricidad pues es un material no conductor.

Como en casi todo tipo de trabajos, los que se realizan sobre andamios exigen la implantación de unas medidas de seguridad preventivas para prevenir y evitar posibles accidentes. Estas medidas deben tomarse tanto para el desarrollo de los trabajos en altura como para el montaje y desmontaje del andamio en sí.

El montaje de los andamios debe hacerse atendiendo a la estabilización. Para ello, es fundamental controlar el estado del terreno sobre el que se va a colocar, para evitar desniveles, grietas o lugares que puedan suponer un peligro. En cuanto al montaje, debe hacerse por personal especializado para que realmente resulte seguro. Las diferentes partes del andamio tienen que construirse de modo que se evite la caída de los trabajadores y también de los objetos. Todas las conexiones de las diferentes partes tienen que tener pasadores de seguridad.

Además, la zona en la que se trabaja se protegerá con barandillas que se deben colocar a una altura de 90 cm. Es muy importante que las plataformas no estén resbaladizas y que estén aseguradas de manera que se evite todo riesgo de vuelcos o deslizamientos. Deben tener una superficie mínima de 60 cm de ancho.

Cómo se usa un andamio

El personal que trabaja en el andamio debe protegerse con los medios adecuados

En cuanto al montaje, si se desarrolla en varios niveles no debe comenzarse con el superior hasta que el inferior esté completamente asegurado. Si se trata de andamios móviles, tienen que asegurarse para que no puedan moverse cuando el personal esté trabajando sobre ellos. En ningún caso se debe mover el andamio con personal sobre él. Siempre se accederá al andamio a través de las escaleras diseñadas a tal efecto.

Siempre que la plataforma supere la altura de los tres metros y medio, los trabajadores deberán llevar colocado un arnés que se anclará a una línea de vida y los llamados equipos de protección anticaídas.

Todos los trabajadores deberán ir provistos con sus equipos de protección individual. Estos incluyen el casco de seguridad, con el que se protege la cabeza de los impactos contra los tubos del andamio y otros objetos. Los guantes de trabajo que protegen contra diferentes tipos de accidentes que impliquen abrasión, corte, rasgado o perforación. Calzado de seguridad que tiene que ser resistente contra impactos, para lo que tendrá la puntera reforzada, suela antideslizamiento, plantilla antiperforación, etc.

Otra cuestión a tener en cuenta son las condiciones climatológicas, no se debe trabajar sobre los andamios en condiciones adversas. En cuanto al resto de personas, se deben colocar carteles de advertencia y proteger debidamente la zona para evitar accidentes.

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